Washington, 10 ene (Prensa Latina) El gobernador de Texas, Greg Abbott, anunció hoy su decisión de negarse a recibir refugiados en el año fiscal 2020, tras una orden del presidente Donald Trump que permite a los estados adoptar esa postura.
En una carta enviada al secretario de Estado del país, Mike Pompeo, Abbott argumentó como justificación para dar ese paso que Texas ha aceptado más refugiados que cualquier otro territorio desde el año fiscal 2010, y lidia con «problemas de migración desproporcionados como resultado de un sistema de inmigración federal quebrado».
Según el político republicano, en este momento, el estado y las organizaciones sin fines de lucro tienen la responsabilidad de dedicar los recursos disponibles a aquellos que ya están allí, «incluidos los refugiados, los migrantes y las personas sin hogar y, de hecho, todos los tejanos».
«Como resultado, Texas no puede consentir el reasentamiento inicial de refugiados para el año fiscal 2020», manifestó Abbot, quien dijo que eso no impide que esas personas se dirijan posteriormente al estado después de haberse establecido en otro territorio.
La decisión de Abbott se da a conocer luego de que Trump firmó una orden ejecutiva el año pasado que requiere que los refugiados que ingresan por primera vez al país se reubiquen solo en jurisdicciones donde los mandatarios estatales y locales acordaron recibirlos bajo un programa del Departamento de Estado.
Texas es el primer estado en optar por no recibir nuevos refugiados bajo esa política del jefe de la Casa Blanca, mientras que más de 30 gobernadores, tanto demócratas como republicanos, ya dijeron desde el mes pasado que continuarán aceptando más llegadas, según indicó la publicación The Hill.
Como parte de su intención de reducir la inmigración ilegal y legal, Trump ha adoptado significativas medidas para limitar esas entradas, incluido el reducir el límite máximo de refugiados a ser acogidos en este país.
El pasado 26 de septiembre el ejecutivo del mandatario republicano informó al Congreso la intención de rebajar a 18 mil la cantidad de personas bajo esa protección que admitirá Estados Unidos en el actual año fiscal, el cual comenzó 1 de octubre.
Tal cifra es la más baja en la historia del programa de reasentamiento que este 2020 cumple cuatro décadas, y significa una gran disminución con respecto al último año en el cargo del expresidente Barack Obama (2009-2017), cuando el límite fue de 110 mil.
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